sábado, 7 de junio de 2008

242. Aperitivo.

De ida a Barcelona compartí sitio con un jipi de iPod, blackberry, cámara ultraprofesional de megapixeles infinitos que viajó todo el camino sin zapatos dejando ver sus maltratados pies y escapar algo de olor no grato. Su barba era bastante larga, tanto como para permitirle llevar esa trenza, de grueso tenía lo que mi muñeca. Lo miré bien bien por 15 minutos, antes de subir al AVE recibí un sms de Eneko que me avisaba de verlo en la cafetería a las 13:10 porque resultó que estábamos en vagones distintos. Así que en punto de la hora abandoné a Jipi de habla inglesa entre apuntes con notas tipo Om y música para meditar.

No tardé nada en llegar al punto de encuentro, me quedaba a un vagón de distancia. Quería que Eneko apareciese pronto para contarle enseguida mi tragedia laboral, había cumplido la misión pero no con 100% de satisfacción, aunque sí dejé la casa impecable y ni una prenda con arrugas, me las arreglé para estropear la plancha antes de salir y olvidar mi billete de vuelta (BNC-ZGZ) dentro del librillo de Sudokus sobre mi mesita de noche, oh! Lo primero me angustiaba más, fue uno de esos momentos en cámara lenta, extendí la mano al verla caer pero ésta se negó por voluntad propia a cogerla, regresó a su posición original sin que mi cabecita preocupona pudiera obligarla a intentarlo de nuevo. Eneko aplaudió la acción, siempre será mejor una festivalera sin quemaduras de tercer grado XD Y lo del billete de bus tenía fácil solución.

Vimos que no fuimos los únicos con la genial idea de quedar ahí y tampoco los únicos que viajaban hacia el Primavera Sound, pensamos que podría armarse una buena fiesta en la cafetería. Pedimos algo de beber y un bocadillo de tortilla para mí que estaba despierta desde las 630 de la mañana sin desayunar como dios manda. Platicamos la siguiente hora y media, después volvimos a nuestro lugar para esperar el final de trayecto. Interrumpí a Jipi a medio mantra, de nuevo observé sus pies, me recordaron a un tipo que iba a la facultad de filosofía y letras sin calzado, en apoyo a no sé qué causas perdidas. Una vez (si no me lo estoy inventando) le vi sangre y costras. Qué estupidez!

Viajar en tren es muy chingón. Yo llevaba mi maleta vieja con stickers nuevas, unas de planetas y estrellas que brillan en la oscuridad, las compré para dárselas a los niños pero la noche previa al viaje mi ocio ganó a mis buenas intenciones y ahora llevo de paseo galaxias, saturnos y nebulosas.

4 comentarios:

Anonymous LabJournal ha dicho...

como les dicen a esos? un pijipi? bueno pero no se bañaba.... no sep

9 de junio de 2008, 17:23  
Anonymous phoedra ha dicho...

:|
entonces no era jipi... si traía tanta cosa high-tech.

el otro día en cambiemos esposas salió una familia bieeeeeen jipi :P
y otros bieeeen pudientes.
fue un desastre.

qué genial viajar en tren :D
siempre he querido hacerlo.
pero creo que lo más parecido a eso aquí en México es el tren suburbano, no?
que me lleve a Cuautitlán u_u

12 de junio de 2008, 14:26  
Anonymous Rany ha dicho...

Que chido viajar en tren, me gusta. Estuve leyendo lo que escribes y me latio. Solo una cosa a que te dedicas en España? le limpias la casa y cuidas niños a alguien? crei que tenias otra ocupacion pero no entendi bien entonces...como sea esta chido tu blog. Me laten las fotos.

12 de junio de 2008, 20:55  
Anonymous scheznarda ha dicho...

te quierooo! te deseo una buena semanita jiji
te mando beshos amigou te hecho de menos ;)

13 de junio de 2008, 10:22  

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