miércoles, 26 de noviembre de 2008

300. Así.

Parece que voy a quedarme sin nieve para el seis y el blog, sin kilométrico post '300', por ahora. Yolanda está en Dubai desde el pasado viernes, se fue con veinte kilos de sobre equipaje y sin dos muelas, se las sacó antes de marcharse por miedo a morir en Asia mal atendida en caso de algún percance dental. Su maleta estaba llena de por si acasos, creo que siempre es mejor llevar espacio. Así cabe todo lo nuevo. Este finde oficialmente ha comenzado la mudanza, propósito decembrino, salir el último día sólo con el portátil en la mochila y uno que otro dispositivo tecnológico de diseño ingenioso. 

Imaginé una desgracia de semana pero no. Todo va bien, al menos eso cuentan las estadísticas, tres niños vivos, un papá feliz, dos exitosas cenas y ayer recibí regalo de abuelita buena, kit_invernal, gorro, guantes y bufanda. Como siempre con la otra, la nazi, tuve uno desos diálogos donde me recuerda que soy quien limpia y echa la culpa de todo, :D Pero ya se fue, además, el tiempo libre me ayuda a olvidarle. 

Vi a Miriam, mi amiga ex-bershka trabaja en un restaurante de comida mexicana, nos bebimos algo en otro del mismo dueño y por ir con ella obtuvimos veinte por ciento de descuento, siete euros más o menos. Recién ha vuelto de sus vacaciones por México. Vive en Chueca, a pocos metros de su casa después de picar algo, fuimos por un café. Hacía un friazo. Comenzaba a extrañar la nube densa de humo que acompaña a cada garito sobretodo por estas fechas. Mientras se aguante el tiempo siempre hay que pedir terraza.

Luego directo al piso. Toda la vida planeamos dormir un poco más temprano que el pasado sábado y acabamos más tarde que siempre, la diferencia entre éste y otros es que no abrí los ojos a las ocho de la mañana sólo para hacer oficial el amanecer. Dormí de corrido hasta las falsas 12, el reloj de la habitación sigue adelantado una hora, cruzo los dedos porque así siga.

Por fin el jueves de la semana pasada hablé con la Indi, mi prima, dice que mi nana me extraña. Envié algunas cartas. Supe que mi padre todavía me quiere y mi hermana sigue sin acompañarlo a la lavandería. Extraño ir a lavar. A veces cuando veo la Cuore o alguna otra revista de cotilleo, el ruido de las viejas máquinas al girar es lo primero que se me viene. Pasaron también otras cosas, engordé un kilo, comí ate de membrillo con queso, bajé fotos de todas mis famosas favoritas, escuché mucho Cola Jet Set, Álvaro me regaló dos dibujos, bailé sobre la mesa de la cocina, me di dos golpes horribles en la cabeza y supe que Zaha Hadid ha diseñado para Melissa el par de zapatos que más he deseado en mi vida, los de Herchcovitch también son preciosos.

Estoy en mi cuarto, a veces me da pena no haberlo arreglado jamás, creo que siempre es igual, nunca termino de deshacer las maletas. 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio