viernes, 14 de noviembre de 2008

296. Me voy.

Renuncié. Creí que vendría mi inoportuno clásico vómito verbal y sacaría de una vez todas las cosas que me chocaban de estar aquí pero nah. Fui buena. Decidí ponerle fin a mis tardes sin siesta. Porque cuando algo me preocupa no duermo. Y mal dormida, pego. En anteriores post no escritos me pronostiqué una vejez a lo Coco Chanel sin el amorío con Dalí, ni el dinero de la firma, sólo dolorida y amorfinada. Todo a causa de las horas plancha que han terminado por joderme la mano derecha. Aun duele, al despertar cuesta abrirla, se ha convertido en un carro viejo que necesita calentar antes de estar en condiciones. Como a veces soy muy bruta, planché meses sin técnica ni cuidado. Por fin aprendí, ahora soy un as con la izquierda. 

Entró Yolanda a preguntar algo, no sé qué pero anuncié que tenía dos cosas que decirle XD Uno, diciembre es mi último mes en Zaragoza, gracias y blablablá. Dos, quiero tomarme un par de días libres para ver a una amiga, mentira. Es bobo falsear los hechos pero la gente no ve en los festivales de música un motivo de falta laboral. Como si Here's your future en vivo no fuese suficiente. Y ya. Entre mis 'avisos oportunos' hubo buenos deseos, consejos, abrazos, besos, agradecimientos, etc. Todavía no sé cómo actuar cuando la gente que me jode es buena onda. Mi cerebro hace crack, sufro colapso sentimental, me paralizo. Adoro el paquete completo que no permite confusión, me gusta la gente_mala_mala_onda.

Penélope y yo éramos grandes amigas, yo le quería un chingo y ella me cuidaba mucho, siempre intentaba asegurarse de que tuviera, comida, sueño y café de calidad, je. Con nadie he compartido tantos cortados, era una viciosa. Creo que siempre le parecí descuidada en mis relaciones personales y todo, decía que actuaba como un chico, en realidad dijo niño, como hombre pues, xD Niño, jo. Yo tengo pocas amigas, muy. En ese tiempo me parecía la única. Estudió Letras Hispánicas en la UNAM, igual que Salvatore. Tras terminar con Salvador Herrera me convertí en homeless, Vinicius me rescató y llevó a su casa. Un día en filos esperaba a Salvatore afuera de su aula, íbamos a no sé donde. Al salir vimos a Penélope, hacía tiempo que no hablábamos, me preguntó dónde vivía, le conté que con mi amigo y dijo en tono mamón 'pues se va a aburrir de ti, no?' y algo como, todos se aburren. Ja. Mi resistencia al desaire era menor a la actual. No recuerdo mi respuesta pero sí la sensación de estar cayendo en un hoyo negro como en las caricaturas. Nunca más le he vuelto a hablar. Decidí en ese momento dejar de hacerlo. No era la primera vez, ella es así :) En ella el desdén se reconoce, hasta parece bonito. No fue eso sino mi desencanto. 

Como el día que tirada en la calle, con la cara mojada y los ojos apenas abiertos, rogaba al Alfredo que me quisiera. Lloraba que no podía hablar, ni yo entendía lo que decía. Y pasó lo del hoyo negro XD Ya no me salieron lágrimas, ni una. Dejé la respiración arrítmica y el suelo XDDD E intenté recordar por qué tanto pinshi drama, ya no estaba triste, de verdad lo había olvidado. Alfredo se asustó, por fin me extendió la mano, dijo ¿Ale, estás bien? De pie y en soy_una_persona_normal_mode, me despedí. Entre los gritos que había dado le pedía por favor me acompañara a casa, no quiso hasta ese momento. Pero le dije que no. Y no volví a verlo hasta el día que apareció triste en mi zaguán, había soñado que moría en un accidente de avión. Quería saber si estaba bien, :P Sí, jugaba con mi hermana a los Sims en la fabulosa, enorme y arcaica Acer negra.

Penélope preguntó algunas veces a Luis por qué había dejado de hablarle. La última vez que vi a Alfredo escapé en un taxi rumbo a casa, tuvimos un reencuentro hace un año antes de mi viaje a acá, después de años. Y me hizo lo que nadie, reclamarme vía sms no darle ni pa'las putas ya que no quise coger. Je... reí pero reí más cuando el taxista me dijo 'chale, se quedó bien triste el joven, ¿es su novio?' 

Me hubiera gustado irme una noche al azar, subirme al último tren y llegar a Madrid a las 1200AM Pero hubiera sido de a chacha. Ji. Quise evitar ese final.

A partir de enero comenzaré a hablar de alquiler, luz, teléfono, agua y red, pero tendré el tiempo del mundo para buscarme otra cosa. Estoy menos nerviosa planeando todos mis findes, el 6 nos vamos a esquiar, o eso decimos, creo que terminaré haciendo monos de nieve con nariz de zanahoria y ojos de botón, soy guiri y tengo permiso.

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